micro stories

domingo, agosto 07, 2005

microcuentos propios


estos son PROPIOS, ojala les gusten

“Caminata bajo la lluvia”
Caminaba hacia alguna parte, viniendo desde otra muy lejana y desconocida. Oscuridad, culpa y arrepentimiento me acompañaban y vigilaban desde mi propia sombra, infatigables. Antes que me diera cuenta, estaba sola con ellos, no se veía nadie mas a mi alrededor, fue entonces cuando la lluvia tormentosa me gritó mis pecados y me los limpió mientras corría por sobre mis pasos.

"cita en la playa"
Las estrellas iluminaban sus figuras y la luna los protegía de aquellos que los quisiesen molestar. Los reflejos del agua tranquila se movían formando siluetas nuevas y desconocidas, esto duró hasta que una nube oscura y enemiga ocultó sus sombras en la penumbra de la noche.

“La noticia”
No podía pronunciar palabra. El cielo se oscurecía con una nube negra cargada de lluvia, las gotas saladas resbalaban por aquellos cerros suaves y cálidos, hasta que un suspiro barrió las gotas que continuaban cayendo intensamente, y logró por fin comunicarnos la dolorosa noticia.

“Despedida”
Pálida, tomó el bolso y lo puso en la barra que lo llevaría a bordo, dio una última mirada vacía sobre el hombro, diciendo “adiós” , y luego giró lentamente llevando una carta en una mano y una vieja fotografía en la otra.

“La llamada”
Suspiró. Tomó el teléfono con ansiedad. Trató de marcar un número. Dudó y colgó. Suspiró. Encendió el televisor, pero su atención se desviaba continuamente hacia el teléfono. Cuando este sonó, ella saltó y lo tomó con manos temblorosas, lo acercó y con una gran ilusión contestó. Luego de unos segundos suspiró y colgó. Llamada equivocada.

“Olvido”
…”Lo siento, perdóname”, trató de decir aquel que terminó por desaparecer una de las esquinas de la memoria.

“La parada”
Se sentó abrumada, aquella era la segunda micro que no paraba, pareciera como si se hubiesen puesto de acuerdo, pensaba ella mientras miraba a la gente que se acercaba a la parada, todos absortos en sus propios pensamientos, en sus problemas de todos los días, unos completos desconocidos con un objetivo común: parar la siguiente micro cuando esta se acercara. La divisó a lo lejos, unas cuantas personas se pararon junto a ella. La bestia amarilla se detuvo y por fin pudo sentarse tranquila cerca de la ventana. Mientras pensaba que no serían las mismas personas esperando mañana.

" Silencio"
El helado viento le calaba los huesos en la oscuridad de la media noche, solo el sonido del azul océano se escuchaba a su alrededor, la tranquilidad la relajaba de tal manera que sus ojos se fueron quedando en la completa oscuridad y su mente se alejó volando guiada por el sonido del mar hasta desaparecer por completo en la profundidad del sueño.


estos son los que he tenido guardados desde hace bastante tiempo