micro stories

domingo, agosto 07, 2005

antologia de parodias de monterroso

¿quien dice que no se puede crear algo nuevo de lo viejo? muy buenas parodias del famoso microcuento de monterroso que dice: "cuando despertó, el dinosaurio seguía allí"


* Y cuando despertó, el dinosaurio seguía durmiendo

* Y cuando despertó el dinosaurio, seguía ahí

* ..y ahí, cuando seguía ..,el dinosaurio despertó.!

* ...y ahí, cuando el dinosaurio seguía ,despertó.

* ..despertó ahí, cuando seguía ...¿y el dinosaurio?

* ....y el dinosaurio, cuando seguía despertó...

* ...y, cuando seguía, el dinosaurio despertó ahí.

* ...seguía ahí, cuando despertó el dinosaurio ...¿Y?..

* cuando despertó un extraño mamífero lo veía aterrado"

* "Y cuando despertó alguien había hecho otra parodia del dinosaurio de Monterroso"

* Y cuando el dinosaurio despertó, vió que se había quedado solo.

* Y cuando despertó, el dinosaurio seguía allí, corriendo, y el meteoro por caer sobre el.

* Y cuando despertó, el dinosaurio era petróleo.

* Cuando el dinosaurio despertó, Spielberg ya estaba allí

* Y cuando se durmió, el dinosaurio todavía estaba allí

* Cuando desperté el dinosaurio ya no estaba allí.

* ¿Cuándo llegó allí el dinosaurio?

* Cuando despertó, suspiró aliviado: el dinosaurio ya no estaba allí.

* Y cuando despertó, el dinosaurio seguía allí. Rondaba tras la ventana tal y como sucedía en el sueño. Ya había arrasado con toda la ciudad, menos con la casa del hombre que recién despertaba entre maravillado y asustado. ¿Cómo podía esa enorme bestia destruir el hogar de su creador, de la persona que le había dado una existencia concreta? La criatura no estaba conforme con la realidad en la que estaba, prefería su hábitat natural: las películas, las láminas de las enciclopedias, los museos... Prefería ese reino donde los demás contemplaban y él se dejaba estar, ser, soñar.

1 Comments:

At 5:01 p. m., Blogger Unknown said...

Hola, hay un pequeño error; el original de Monterroso dice «todavía estaba ahí» y no «seguía ahí». Significa lo mismo, pero agrega una palabra a un cuento que por mucho tuvo el record de ser el más corto. Hay ahora uno de cuatro palabras que se puede condensar aun más. «El emigrante», de Luis Felipe Lomelí: ¿Olvida usted algo? —¡Ojalá!. Este podría omitir el «usted». Hay otro que tiene por título el nombre de un rey, Felipe IV o Luis XIV, y por texto la palabra «Yo», pero no recuerdo su autor. Saludos.

 

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